La waka es la poesía japonesa de distintos estilos que comenzó a ser un formato popular en los periodos Nara (646-794) y Heian (794-1185) que también se denomina muchas veces como el periodo Nara-Heian. En estos tiempos, el Japón que hasta entonces recibía grandes influencias de la cultura china, comenzó a desarrollar su propia cultura a la vez que japonizó lo chino.
He extraído el siguiente escrito sobre waka (poesía japonesa) desde el libro en japonés que se titula Reglas del waka (Yasuaki Watanabe, Editorial Kasamashoin, 2020) para la mejor comprensión sobre el tanka que es una de las modalidades de la poesía japonesa, waka.
“La poesía waka expresa el sentimiento (kokoro) de una persona. Es una expresión de los sentimientos y las emociones que un día, en un momento determinado el autor sintió. En esta clase de poemas no se expresan las situaciones sociales complejas, costumbres de la gente ni los pensamientos profundos, al menos no directamente. Es cierto que, las situaciones mundiales y los estilos de vida cambian rápidamente con el paso del tiempo. La gente de hace 500 o 1.000 años llevaba ropas muy diferentes y vivía en lugares muy distintos. Como nos sentimos los seres humanos actuales no es exactamente igual que hace muchos siglos, sin embargo, el grado de cambio es mucho menor que la evolución al nivel de la sociedad o de la costumbre. Nos sigue conmoviendo la belleza de la naturaleza, pensamos en nuestras familias y seguimos enamorándonos. Las emociones básicas son las mismas que las del pasado. La waka es un estilo de poesía sobre esos sentimientos inalterables. ¿Por qué decimos que no han cambiado? ¿Qué queremos decir con esto? La respuesta es sencilla: se escriben poemas waka, a menudo, con el deseo de que las cosas no cambien nunca.
Como sentimos siempre es diferente según persona. Pensamos y sentimos de forma distinta según nuestra posición, ya sea como adulto o niño, hombre o mujer, o incluso siendo de la misma condición. Pero si hay alguien que te importa, lo normal es tener el deseo de que te conozca mejor y que quieres conocer su sentimiento lo mejor posible. La vida humana consiste en renovar las relaciones con los demás cada día: comunicar tu propio sentimiento y comprender el de los demás. Por eso escribimos waka. Los poemas waka están llenos del deseo de que la gente entienda qué es lo que estás sintiendo. ¿Te gustaría recibir ese sentimiento del corazón? Qué maravilla que podamos entender el corazón de personas que vivieron hace cientos de años, o incluso más de mil años.”— del libro Reglas del waka
Cuando leemos los poemas del emperador Meiji reconocemos todo lo mencionado en el extracto anterior del libro Reglas de waka. Nos conmovemos como mujer, hombre, adulto, joven… o, simplemente como un ser humano que posee todos estos sentimientos universales que están expresados en los versos del emperador. No hay nada obsoleto aquí. Hasta me arranca una sonrisa un poco amarga al ver que los seres humanos no hemos cambiado en hasta cosas que aparentemente son negativos. Y, lo que más destaca y resuena con personas que estamos en el camino del desarrollo personal es el anhelo de Emperador Meiji de crecer como persona, pulirse como persona.
Se dice que, el emperador Meiji era una persona de pocas palabras y compuso unos cien mil poemas tanka a lo largo de sus 60 años de vida. Se calcula que escribió entre 20 y 30 versos al día. Hasta cuenta que reciclaba los papeles y usaba la parte posterior de los folios que estaban para desechar. Este hecho muestra que el acto de componer poemas para el emperador Meiji fue su manera de expresar lo que dictaba su corazón. Es sorprendente que una persona escriba una cantidad tan grande de versos como hizo el emperador, aunque sea de solo 31 sílabas. Como referencia, su esposa que también tenía mucha afición por escribir el tanka compuso unos treinta mil versos. Tenía que haber sido algo así como cualquier cosa que observó, sintió y pensó plasmó con la composición de 5-7-5-7-7 sílabas.
Cuentan que su padre, el emperador Komei tenía mucha pasión por escribir tanka y su primogénito, el emperador Meiji, comenzó a componerlos a una temprana edad de cinco años. Y cada vez que tenía una audiencia con su padre, se dice que el emperador Komei daba un tema para que su hijo compusiese un tanka y lo corregía. Parece que este fue el inicio de su larga pasión por este arte.